ayer en la fernández fierro
al joven tomk
la bola de espejos dibuja estrellas
en el cielo raso del galpón
tu silla corcovea
afirma sus patas traseras en el piso de cemento
y despega
sobrevolás las cabezas las mesas
aterrado ganás confianza en cada vuelta
alguien sostiene una botella en alto
como la sortija
se la arrebatás
la orquesta insiste perenne
y vos coqueteás con el público
amagás bruscos descensos
qué piloto más audaz
ahí viene cuidado
gritan las chicas
en un pánico alegre
y la silla no se demora en volver
cansada
a su mesa, que es la tuya
te ponés de pié y con una reverencia
señalás
la silla
con la palma extendida
y sólo ves una silla
ahora
más quieta que antes
2 comentarios:
buen poema
y yo
que dije que el tango tenía
tierra no debí
ser tan taxativa tan
como mi madre
yo que
aprendí a bailarlo
mal bailado
y tuve
un fanzín que tuvo tres números
y se llamó
una herida absurda
estoy celosa, loco !!
para todos, todo !!!
:)
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