lunes, 17 de diciembre de 2007

give the poem a chance, varón



el domingo a la tarde fuimos con mario a leer a ramos a un bar precioso que se llama funes, que nada tiene que ver con funes salvo la evidente y perfecta hominimia que los acomuna.

a la luz del Éxito, eran todas en contra: público lego que no lee ni escribe, sin promoción (ni siquiera un flyer digital!) (horror!), de visitantes beneath the blue suburban skies, sin haberle avisado a la gente amiga, sin el proyector que nos habían prometido, sin ale, sin sin sin. sin.

pero, cuando me ofrecieron un nesquik gratis todo pareció mejorar. algo incómodo, me sentía en inevitable diálogo con la categoría de *porteño*: ponía las patas sobre la mesa en un gesto soberano, me obligaban a apagar un tabaco condimentado, increpaba cordialmente a la banda de músicos para que arranquen ellos y así nosotros nos podríamos meter en medio de su performance, al modo de un interludio. el violinista, pseudocapanga de la horda susodicha, tuvo el descaro de insistir en que empezacemos nosotros. ¡habrase visto! íbamos fritos. si empezábamos nosotros nunca íbamos a empezar. y fijaos que lo que vino fue malo, no me quiero imaginar si el puntapié inicial hubiese estado a nuestro cargo. nos miramos con mario para después mirar al que parecía el segundón y cantante. creo que nuestra mueca era menos un pedido que un sincero descorazonamiento revestido de bravura. funcionó: enternecido, meramente confundido o tras un rédito ignorado, el segundón dijo: dale, dale, empecemos nosotros.

cuando lo vi, al muchacho que organizaba la tertulia, caí en cuenta de que debería autopresentarme: no parecía él muy dispuesto a calzarse la galera y salir al ladiesngentlemen.

mario, que a todo esto fatigaba gestos de multiculturalista visitante(?), revolvía sus manuscritos en busca de, según dijo, *un nuevo orden para las cosas, lahe, quiero que mis poemas barajen este mundo, que es el tuyo y que es el mío, que lo barajen como nunca antes*, y de repente se puso de pie sobre la mesa del patio y comenzó a recitar un poema de jorge teillier mientras marcaba los finales de verso con golpes de zapato: nesquik por todos lados, piel de gallina y el organizador que se tomaba las sienes aterrado por lo que suponía venir. al parecer, la mesa no era *a prueba de poetas* y no tardó en irse al diablo, los nesquiks a salvo por un servidor precavido. mario, desde el piso, continuaba con su recitado disimulando infructuosamente una mueca de dolor.

chicos, esta mesa la van a tener que pagar, dijo el organizador con una de las patas en la mano. bueno, pará, dije yo y agregué: primero me vas a_


continuará_

9 comentarios:

Lunita dijo...

hace un par de años, exactamente por este mes, lo llevé a Funes a cenar a ese lugar. Reeeeeeee cheto. Pero yo vivía a unas cuadras, y era muy loco bajar del tren y caminar rumbo a casa cruzándome con ese nombre.
En relación a estar sólo contra el mundo (así es mi interpretación superrecontrareduccionista de lo leído), dicen que te curte la piel... Porque se trata de eso, no? de jugar con el error y hacer que afloje. Admirable, mi kerido lahe...

fede té dijo...

jaja sos unhijo de puta, peor que terminar en suspenso una historia con un nexo extraoracional, es hacer,lo con una coma.
por lo menos no lo terminaste con un verbo transitivo, eso sería

Mario dijo...

sin sin sin tantas cosas, pero igual al frente..........y al carnaval.....

Anónimo dijo...

los visitantes de beneath de suburban skies es lo que hay... las patas en la fuente, lahe... las patas en la funes
qué sin
;)
benjamín diamante
www.copywaste.blogspot.com

Anónimo dijo...

y..? cómo sigue?

alabama dijo...

eso es una santarrita

fede té dijo...

saimon tenes razón
estoy viendo una igual a traves de la ventana que tengo acá al lado
este laje se zarpa en recursos

Anónimo dijo...

jajá

lenguaviperina dijo...

grrrrrosssso
y aguanten los poetas con nesquik