jueves, 17 de enero de 2008

T. S ELIOT

Hijo del hombre

no podés decir, o adivinar, porque sólo conocés

un montón de imágenes rotas, donde el sol golpea,

y el árbol muerto no te refugia, el grillo no te alivia,

y la piedra seca no te hace el sonido del agua. Sólo

hay sombra abajo de esta roca roja,

(Vení debajo de la sombra de esta roca roja),

y te voy a mostrar algo distinto a

tu sombra a la mañana marchando atrás de vos

o tu sombra de noche elevándose a tu encuentro;

te voy a mostrar el miedo en un puñado de polvo.

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