domingo, 29 de junio de 2008

otra Historia





La ciudad, Gonzalo Millán

53.


El río invierte el curso de su corriente.
El agua de las cascadas sube.
La gente empieza a caminar retrocediendo.
Los caballos caminan hacia atrás.
Los militares deshacen lo desfilado.
Las balas salen de las carnes.
Las balas entran en los cañones.
Los oficiales enfundan sus pistolas.
La corriente se devuelve por los cables.
La corriente penetra por los enchufes.
Los torturados dejan de agitarse.
Los torturados cierran sus bocas.
Los campos de concentración se vacían.
Aparecen los desaparecidos.
Los muertos salen de sus tumbas.
Los aviones vuelan hacia atrás.
Los “rockets” suben hacia los aviones.
Allende dispara.
Las llamas se apagan.
Se saca el casco.
La Moneda se reconstituye íntegra.
Su cráneo se recompone.
Sale a un balcón.
Allende retrocede hasta Tomás Moro.
Los detenidos salen de espalda de los estadios.
11 de Septiembre.
Regresan aviones con refugiados.
Chile es un país democrático.
Argentina es un país democrático.
Las fuerzas armadas respetan la constitución.
Uruguay es un país democrático.
Los militares vuelven a sus cuarteles.
Renace Neruda.
Vuelve en una ambulancia a Isla Negra.
Le duele la próstata. Escribe.
Víctor Jara toca la guitarra. Canta.
Los discursos entran en las bocas.
El tirano abraza a Prat.
Desaparece. Prat revive.
Los cesantes son recontratados.
Los obreros desfilan cantando.
¡Venceremos!


*en el video hay unas elipsis. entiendo que el texto es el original.







miércoles, 25 de junio de 2008

miércoles, 18 de junio de 2008

domingo, 15 de junio de 2008

trabajo actual

revista planta toma posición sobre las condiciones de trabajo de los docentes de español para extranjeros. la verdad que esta revista está tan buena que podemos dejar pasar el pesadísimo estilo de selci, su pretenciosa enunciación. si no fíjense que los artículos que escribe con otras personas se alivianan, discurren, son gráciles, y los *solistas*, bueno, un esfuerzo más che!

por eso destaco, sobre todo, las muy buenas ideas que visitan la revista, más que la pluma de sus críticos.

el artículo es preciso y, para el que está en tema, obvio en mayor medida. de todos modos, hay que decir lo obvio, y no por obvio es menos plausible.

yo glosaría y agregaría que la caída de las formas de organización política y trabajo a nivel local por causas más o menos intuibles por todos (intervención de los cuerpos y la ley por parte de la dictadura y post dictadura) retornan a nuestra cotidianeidad de una manera espeluznante: no sabemos qué hacer ni cómo intervenir con nuestro malestar en la estructura económica. fiel a la época, el blog e internet pueden darnos un primer espacio de discusión ahí donde no tenemos militancia.

a mí todavía no se me ocurrió ninguna nueva manera de organizarnos, pero bueno, pensar dónde ya estamos viene muy bien.

lo que no cabe duda: queremos más plata y más estabilidad: será vaselina no más, pero mejor que ésta.

todos los domingos todos los domingos

en el blog de el epígrafe: post fiesta demolición con salida por la belleza como vencedora vencida del tiempo: acá.

«y prefiere los espacios de socialización laundry gym 3 a 1
a las molduras pinotea banderola y calefón»

viernes, 13 de junio de 2008

pastillas

una polilla más rendidora
que la polilla más grande

ahora te llamás
igual que antes

la poesía y el diseño
se dicen amor

domingo, 1 de junio de 2008

para pensar

Un artículo de Raúl Cerdeiras sobre el altercado del campo propone alternativas para dar el salto entre elegir e inventar. Dale una chance, papá.


¿Hasta cuándo compañeros?, R. Cerdeiras

Ya es hora que nosotros nos rebelemos y dejar de estar siempre esperando para ver qué grupos, sectores o nuevos “actores”, salen a la palestra a luchar por sus intereses para que nos den de comer. Sí, para que nos den de comer, porque nos sirven el plato que alimenta nuestra impotencia. Porque en ese plato luce un menú que en letras muy grandes nos dice: ¡elijan! Y como una bendición divina nos precipitamos a lanzar opiniones y participar en actos en el que cada cual elige la comida de su preferencia. Y dentro del entusiasmo que nos proporciona la ilusión de estar “haciendo algo”, no advertimos que el plato no es el nuestro, que ese menú se cocina en el interior mismo del dispositivo que deberíamos hacer saltar por el aire.

El conflicto entre los productores rurales y el gobierno (el enunciado mismo de la cuestión a tratar ya está moldeado por el plato que nos sirven) es revelador de cómo se activa ese mecanismo. En efecto, lo que observamos en el oscuro campo de lo que llamaríamos “la izquierda”, es una puja en los argumentos destinados a justificar a quien se elige, a quien se apoya en esta disputa. Vemos a compañeros apoyar al gobierno de Cristina F. de Kirchner sabiendo fehacientemente que nada se puede esperar de él, que es una estructura de la “clase política” radicalmente enfrentada a las nuevas ideas que se intentan poner en marcha, y se lo hace con el argumento de que lo que va a venir (pero que ahora todavía no está) va a ser más favorecido en su gestación por la política “oficial” que por la de los “oligarcas”. Es la vieja política del mal menor: si no se puede hacer lo que uno quiere, entonces hay que elegir de lo que hay lo menos malo. Ese es el mecanismo del plato en el que se nos sirve la comida destinado a que nada cambie. Y es difícil hacerse el distraído, puesto que hace mucho que se lo usa cada vez que, por ejemplo, se nos llama a elegir con el voto a nuestros gobernantes y con cierta mueca de amargura y resignación aceptamos ese convite cuyo resultado está a la vista: todo sigue igual.

Hay otros que dicen que... sigue acá