miércoles, 26 de marzo de 2008

opinistas, un esfuerzo más che!

1

a los que dicen hablar en mi nombre, ¡no les crean! nadie me representa.

problema uno: despreciar al estado puede ser cooperar con el salvajismo liberal.

esta es una de las mejores jugarretas del estado: hacerme pensar que sin él estoy perdido, hacerme pensar que no puedo vencer la lógica del capital a menos que sea por la vía del estado. esta lógica es:

a) comprar en el mercado más barato y vender en el más caro

b) la libre competencia.

2

que yo no pueda inventar una posición satisfactoria que no sea la estatal no va a impedir que piense, que piense mucho, que hable con los y las que han vivido y leído y pensado más que yo para crear las condiciones en las que ese pensamiento nuevo pueda tener un lugar. valle me decía el otro día: a mí me gusta pensar lo que no puedo pensar.

problema dos: si eso nuevo, si eso porvenir no puede anticiparse desde los esquemas actuales, ¿me dedico a otra cosa y permanezco alerta, simplemente?

3
escucho, a partir de las subas a las retenciones del campo, una fiebre por opinar. funes me mostraba algo así como una cadena de mails más o menos improvisada donde se discutía el tema. algo tremendo para mí fue ver cómo los intelectuales de mi época pretendían pronunciarse por algo, no importaba muy bien qué, ahí lo importante era pronunciarse.

cuando se trata de pensar la política, la idea de ocupar una vacante me parece atroz.

no es que tenían algo para decir y se jugaban por eso asumiendo las consecuencias de esa decisión, sino que yo los leía padecer el hecho de sentir una urgencia, un llamado a la opinión y no tener qué decir salvo lo obvio. ojo que a veces pronunciar lo obvio puede ser una decisión muy inteligente, pero este caso era distinto: era como un pronunciamiento fáctico, como si dijeran sí, tengo mi opinión, es políticamente muy correcta y bueno, ¿ya podemos irnos a casa?. si esto les hace creer que así se acercan a sus modelos de militancia, bien por ellos, pero para mí y mis expectativas fue algo muy duro. ¿por qué no suspender la opinión por un rato, y ver qué pasa? ¿por qué no pensar un poco y ver si de ahí surge algo que quieran sostener, en vez de rellenar?

4 comentarios:

absurda y efímera dijo...

Me dejaste pensando.*








*A veces las frases hechas y gastadas parecen formalismos. Pero esta vez quise expresar literalmente lo que dicen esas tres palabras.

Mateo dijo...

a mi tambien me dejaste pensando. Creo que no voy a tener más opiniones por un rato.

lahe dijo...

a pensar gente
a pensar

Molina dijo...

lamento haber defraudado tus expectativas, querido Lahe.
se ve que eran demasiado altas.
salu